Friday, June 22, 2012

Movimiento por la Paz 2012




Paz y Presente

Punto de union en Chicago, Illinois

Vivir el presente, no pensar en el ayer ni preocuparse por el mañana, es credo de muchos y práctica de pocos lo que ha dado como resultado frases o lugares comunes,  temas filosóficos y la justificación de estilos de vida. Sin interés en profundas reflexiones llegué a ese ahora y me olvide del qué pasará después. Me abandoné a esta experiencia y practiqué esta filosofía.

Mi momento, ocurrió en la Marcha por la Paz, en la zona sur de Chicago, habitada en su mayoría por población negra o, afroamericana de acuerdo con los modismos del lenguaje, tendencias políticas y niveles de susceptibilidad.

En compañía de una delegación que sumaba diez  personas familiarizadas con estos movimientos masivos, llegamos a las afueras de la Parroquia Santa Sabina en la zona sur de Chicago http://www.saintsabina.org/ abriéndonos paso entre una multitud de aproximadamente dos mil personas reunidas en los alrededores del recinto principal, donde un 99.5 %  de los presentes era de raza negra. 

Chicago es una de las ciudades de la Unión Americana  donde la segregación racial es evidente en cada uno de sus grupos étnicos por lo que no es común la convivencia interracial y  menos, entre la población nativa blanca con habitantes negros.  La importancia del “momento presente”, en el ahora ya pasado 15 de junio,  se debe a que resulta casi imposible el encuentro entre ambos grupos, la participación conjunta en una manifestación político-social, de manera pacífica y por un  mismo objetivo, pues históricamente de darse  este tipo de actos, la mayoría de ellos terminan en confrontaciones violentas.

Así que empezaba a vivir mi momento, mi ahora. Me sobrepuse a la emoción de pensar que sería testigo de la unidad momentánea de blancos y negros, negros y blancos en aras de la paz.  Pese a estar acostumbrada a eventos multitudinarios, éste era diferente, en mi propio territorio, bajo mi responsabilidad, no precisamente por motivos profesionales, sino personales y  por convicción propia;  lo cual no excluía los prejuicios y temores sociales adquiridos a través de  vivencias propias, influencias externas, así como de componentes pertenecientes al engranaje del American way of life.

            Es cierto que cuando se está presente, en el momento, en el ahora, se vive. Mi sueño de unidad, fraternidad y libertad lo inicie conmigo misma,  me sumergí en un mar de tonalidades obscuras con distintos matices y expresiones que brillaba con luz propia reflejada en esa piel resistente  gracias a los efectos destellantes del  sol en su máximo esplendor.

Percibía como éramos observados mientras nos adentrábamos a su territorio, a fin de acercarnos a la mesa de registro y cerca del estrado principal, encontraba toda clase de miradas curiosas, hostiles, sorpresivas, pocas muy pocas con simpatía. Sin embargo, sentía que una sonrisa no planeada se dibujaba mis labios.

Era la primera vez que entraba a un territorio en el que una sola casta –como en los tiempos antiguos-  domina, en una ciudad donde los antecedentes raciales son carta de presentación, dependiendo del historial o  apariencia física, se establece el contacto. Descubrí que mi sonrisa tenía algo que ver precisamente con mi apariencia, era la menos perceptible, mi color café con leche me camouflage entre los otros nueve, de ojos azules, o verdes, pelo rubio, atuendo en pantalones cortos o faldas que delataban ahora más que nunca, una blancura extrema entre un predominante color negro.

Camine con  la misma actitud confidente y de “igualdad” que portaban mis compañeros, me olvide de las noticias sobre el alto índice de violencia y problemas sociales que aquejan a este sector de la población, cante  y baile al unisonó la música Góspel  (¡lo mejor, que ritmo que voces!) . Me olvide que al inicio del verano pasado ocurrieron los primeros 44 homicidios http://homicides.redeyechicago.com/,  y me solidarice en la  marcha  por la paz contra la violencia y el crimen. Me aferré  al ahora.

Creí en el discurso del polémico reverendo Michael L. Pfleger, http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_Pfleger, exhortando a los asistentes a “romper el silencio”, en las promesas del titular de la Seguridad Publica en Chicago, en los poemas y bailes de la juventud afroamericana y en los asistentes que convivíamos jubilosos, descubrí a  los lejos a una joven de rasgos asiáticos abrazando a un joven negro y  a un fotógrafo rubio intercambiando comentarios con otro de color obscuro. El contraste era evidente pero en ese momento no existía, algunos me llamaban sister… viví mi sueño de igualdad y fraternidad, fue mi presente.

Las noticias al inicio de la semana me volvieron al presente, ese emotivo momento era pasado, el ahora es lo que cuenta y el futuro… es impredecible.

Fin de semana. En las celebraciones del Día del Padre, 43 homicidios, entre ellos 7 muertos a tiros y un apuñalado.
Elizabeth Quan Kiu Vazquez